Bajo la idea de que La lluvia amarilla “no es una obra costumbrista sino poética sobre el tiempo, los abrazos que no se dan y las emociones que no se comparten, el oscense Jesús Arbués ideó la adaptación escénica de la novela de Julio Llamazares (precursora del concepto de la España vacía tan en boga en la actualidad)
Jesús Arbués (Santa Eulalia de Gállego, Huesca, 52 años) nació en el frío y llega a Madrid, donde mañana terminan las representaciones de La lluvia amarilla, a partir de la novela de Julio Llamazares, (Seix Barral, 1988), como si lo recibiera una lluvia de hielo ante el Teatro Español, donde Ricardo Joven y Alicia Montesquiu interpretan su adaptación.
Publicada en 1988 por Julio Llamazares, La lluvia amarilla cuenta la historia de Andrés, un anciano que se ha convertido en el último habitante de un pueblo abandonado del Pirineo oscense, donde recuerda cómo poco a poco se ha quedado solo. Jesús Arbués leyó la novela “hace poco” y se sintió “cautivado” y sorprendido por ella, porque aunque “todo

